Ayuntamiento de Zaragoza

Cementerio de Torrero >> Arte Funerario

RICARDO MAGDALENA TABUENCA > 1849-1910

Andador A. Capilla 5.

Uno de los arquitectos que más ha influido en la identidad urbana de la ciudad. Huérfano temprano pudo hacer sus primeros estudios en las escuelas municipales, y mantuvo una especial relación con el Ayuntamiento y con su ciudad durante toda su vida. Se formó profesionalmente en la Escuela de Arquitectura de Madrid, obteniendo el título en 1873, becado por el Ayuntamiento de Zaragoza, donde ejerció como arquitecto municipal desde 1876. Casado con Dolores Gallifa, tuvo catorce hijos. Sus concepciones artísticas buscaban renovar la arquitectura partiendo de sus formas y elementos tradicionales y recuperando el legado del mudéjar y de la clásica arquitectura del Renacimiento en Aragón.

Influyó decisivamente en la planificación del crecimiento urbano de Zaragoza como supervisor del anteproyecto de ensanche de 1906, estableciendo las pautas de la urbanización después de 1908. Con anterioridad había ordenado la Plaza de Salamero, la alineación de la calle de la Yedra, el aislamiento de la Puerta del Carmen...etc. Su legado y presencia en el urbanismo zaragozano es muy visible: construyó el edificio del Matadero Municipal (1885), considerado en su tiempo el mejor edificio en su género en España, llevó a cabo la reforma del Teatro Principal (1891), así como el imponente edificio de la Facultad de Medicina y Ciencias (1893), dirigió la construcción de la segunda torre Pilar (1903) y concibió el monumental edificio del Museo Provincial de Zaragoza (1909). Proyectó desde 1883 la ampliación y reforma de este cementerio municipal, ordenando su crecimiento para varias décadas, y construyó la puerta de entrada con sus capillas adosadas (1897), uno de los primeros monumentos neomudéjares de la aquitectura aragonesa. Es uno de los máximos exponentes del historicismo y eclecticismo arquitectónico en España. Fue un profesional entregado a su vocación de arquitecto y a la ciudad, en cuya morfología urbanística, edificios y mobiliario urbano dejó una profunda y decisiva huella.