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El Ayuntamiento de Zaragoza va a poner en marcha los proyectos piloto de un novedoso modelo de cesión de suelo a cooperativas para la construcción de viviendas protegidas, que se van a llevar a cabo en tres actuaciones: una en el Casco Histórico, otra en el Rabal y la tercera en la zona de la Avenida de Cataluña.
Estas actuaciones han sido presentadas en la mañana de hoy por el consejero de urbanismo y Sostenibilidad, Pablo Muñoz, y por el concejal delegado de Vivienda y vicepresidente de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, Pablo Hijar

Concretamente, las actuaciones que se realizarán en suelos de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda estarán ubicadas en dos parcelas: una ubicada en la calle San Blas números 94-96-98, con capacidad para 14 viviendas, otra en la calle Manuel Lacruz números 18-20 y Mariano Lucas número 3, con capacidad para 12 viviendas. La tercera actuación, en suelo de propiedad municipal, se llevará a cabo en la Avenida de Cataluña, en el Área de Intervención F-54-2 (junto al puente del ferrocarril), con capacidad para 64 viviendas VPA. Con ello, esta experiencia piloto se va a llevar a cabo sobre un total de 90 viviendas protegidas, un número suficiente para determinar las potencialidades de este modelo.

Para ello, tanto la sociedad municipal Zaragoza Vivienda como el Ayuntamiento de Zaragoza, desde la dirección de Servicios de Estudios y Programas de suelo y Vivienda, van publicar las bases para la constitución del derecho de superficie sobre estas parcelas, con unas características muy especiales en su licitación:

• Lo que se transmite a las cooperativas es el derecho de superficie sobre las parcelas durante un período de 75 años, destinado a la construcción y arrendamiento de los edificios de viviendas, susceptibles de ser calificadas como protegidas, que deberán construir las cooperativas adjudicatarias.

• Se pueden presentar a los concursos tanto las cooperativas de viviendas como otras entidades sin ánimo de lucro que, para formalizar la cesión a su favor en caso de resultar adjudicatarias, deberán constituirse en cooperativas.

• Las personas cooperativistas deberán cumplir una serie de requisitos, entre ellos que dedique la vivienda a domicilio habitual y permanente, disponer de una renta que no supere en 4,5 veces el IPREM, no podrán enajenar la vivienda, salvo a otras personas que se conviertan en cooperativistas, pero sí podrán transmitir la titularidad del uso por herencia, hasta el total de los 75 años de la cesión.

• El acceso a esta nuevo tipo de viviendas, que está enfocado especialmente a los jóvenes para garantizar su derecho constitucional a un alojamiento digno, es más fácil y menos gravoso que los procedimientos tradicionales, ya que la aportación inicial que deben hacer es menor, (al estar exenta de IVA).

• El Ayuntamiento de Zaragoza también estará presente en las cooperativas, ya que el pago de los derechos de cesión del suelo se efectuará en especie, es decir, en viviendas, que se incorporarán al marque municipal de viviendas protegidas que gestiona Zaragoza Vivienda. Ello supone una garantía adicional para los futuros usuarios en la gestión posterior del edificio a lo largo de su vida útil.

• Al finalizar los 75 años de la cesión, tanto el suelo como la edificación revertirán al Ayuntamiento de Zaragoza, con lo que éste no pierde patrimonio ni la propiedad del suelo. Hay que tener en cuenta que la vida útil de un edificio de nueva construcción es de 70 años aproximadamente, y que el período de cesión que se ha establecido corresponde, como media, a toda una vida.

Finalmente, este nuevo modelo que se plantea implantar es el primero de viviendas protegidas que mantienen su calificación a lo largo de toda su vida útil, y que siempre se transmitirá(por venta de los derechos de uso o por herencia) con esta tipoligía.

Con todo ello, se va a testar en nuestra ciudad un nuevo modelo de acceso a la vivienda, enfocado especialmente a las personas jóvenes, ya que constituye una alternativa tanto al alquiler como a la compra de vivienda según los modelos tradicionales, y se ca a poner a prueba un nuevo modelo de gestión en el que el Ayuntamiento se implica directamente con las cooperativas que resulten adjudicatarias de estas licitaciones.