Primer Premio
Una escuela participativa y abierta a la esperanza. CEIP Ramiro Soláns.
Autores: Rosa Llorente y Amparo Jiménez
Finalidad y objetivos de la experiencia
- Prevenir la discriminación, la vulneración de derechos y la lucha contra la desigualdades en una población en riesgo de exclusión.
- Fomentar la diversidad como elemento enriquecedor del proyecto, impulsando la cohesión social de la ciudadanía.
- Convertir la escuela en una ventana de oportunidades para familias vulnerables y con escasos recursos.
- Transformar la escuela en una comunidad activa de aprendizaje para alumnado, profesorado, familias y agentes,elevando tasas de éxito educativo.
- Abrir puertas a la participación empoderando a la comunidad generando vínculos de cohesión social para erradicar el absentismo y construir un clima positivo de convivencia, protección y bienestar.
- Elevar expectativas de familias y alumnado convirtiendo la educación en palanca de cambio.
- Mejorar el clima convivencial del Barrio Oliver a partir del respeto e inclusión de todas las culturas fomentando una ciudadanía activa comunitaria.
- Promover la igualdad de género erradicando estereotipos logrando así un cambio generacional.
- Fomentar estilos de vida saludables y prevenir o reducir los factores de riesgo.
- Participar de forma activa en la vida del barrio Oliver convirtiendo a alumnado y familias en agentes de cambio.
- Promover desde el trabajo colaborativo e intergeneracional de barrio la mejora del entorno escolar y urbano.
- Fomentar metodologías STEAM promoviendo vocaciones como lucha contra las desigualdades.
- Reflexionar sobre ciberconvivencia positiva, ciudadanía digital y uso responsable de Internet
Resumen del proyecto
El CEIP Ramiro Soláns se abrió en el curso 1977-1978, acogiendo a la población obrera del barrio Oliver de Zaragoza. Un centro de dos líneas, que sufrió una importante pérdida de matrícula convirtiéndose en un centro “gueto” con el 99% del alumnado de etnia gitana.
Al iniciarse el nuevo siglo, la situación llegó a ser límite. Se alcanzaban elevadas tasas de conflictividad. De un total de 125 alumnos y alumnas, el 45% mostraba un comportamiento, calificado como falta grave de convivencia, y entre el 40 y el 45% de los estudiantes eran absentistas. El éxito escolar se reducía al 5%. Las familias y el centro caminaban en direcciones opuestas ya que éstas no percibían la necesidad de vincular sus aspiraciones con el mantenimiento de una buena relación de colaboración con el centro. El centro era considerado “marginal” sin ningún prestigio, escasa relación con las familias y desmotivación general del profesorado,inmerso en la “cultura de la queja”. Estas circunstancias generaron frustración entre el profesorado.
En el curso 2002/03, un grupo de docentes decide buscar estrategias de superación de esta situación límite sustituyendo la queja por una “mentalidad de crecimiento”. Se planteaba ganar la confianza de las familias y construir con ellas un espacio de relación en convivencia, de empatía y cuidado. La finalidad era elevar expectativas de futuro sabiendo que sólo la educación puede romper brechas.
El CEIP Ramiro Soláns apuesta por una escuela que trasciende los muros de la escuela, empoderando al alumnado, familias y barrio como agentes de cambio. La creencia en justicia social, humanismo, ética y en la capacidad de la educación para generar ganas de mejorar el mundo compartidas por el equipo docente se convierten en la palanca de cambio a través del proyecto de centro “Vive tu escuela, atrévete a cambiar” iniciado en 2005-06, que ha permitido convertir el CEIP Ramiro Soláns en escuela inclusiva y de éxito. La primera proposición del proyecto alude al protagonismo que cada estudiante debe asumir en su propio desarrollo,conocedor del valor de la formación y de su vinculación con el deseo de aprender. Todos los estudiantes “importan”, son irremplazables para la comunidad educativa y su entorno.Todos tienen derecho a aprender y todos pueden aprender. La segunda proposición refleja una escuela de esperanza que abre las puertas a la participación activa de toda la comunidad y la empodera para liderar procesos de cambio de la propia escuela,su entorno familiar y social, el barrio, la ciudad y la sociedad en general. De esta forma, la escuela permite a alumnado y familias diseñar proyectos personales de vida. La ética del cuidado,la vinculación emocional y la escucha han sido fundamentales en la detección de necesidades para ofrecer a alumnado y familias la oportunidad de participar en estructuras sistematizadas y planificadas de apertura a la vida diaria del centro y del barrio. La agenda 2030 es la hoja de ruta de las estructuras participativas:círculos de igualdad,medio ambiente y salud/bienestar implicando al compromiso de la comunidad con ODS1,3,4,5,10,11,12,13,16 y17 luchando contra la desigualdad e injusticia y crear conciencia planetaria. Después de un largo recorrido, complejo e incierto, la realidad es muy distinta evidenciando un desarrollo evolutivo favorable convirtiendo cada dificultad en una oportunidad de aprendizaje y mejora social. El centro se ha convertido en una escuela de confianza social que escolariza 342 alumnos en 17 grupos de EI y EP y un curso de anticipación 2 años que favorece la incorporación de mujeres vulnerables al mundo laboral. Un centro de doble vía,con un 50% de alumnado migrante de 25 nacionalidades, 41% de etnia gitana y 9% de familias que buscaban oferta educativa fuera del barrio y hoy apuestan por nuestro proyecto educativo. El índice de absentismo se ha reducido a un 4%, la conflictividad a un 1% y el éxito educativo entre 75/85%.Las familias miran la educación como una oportunidad para prosperar.
Metodología principal
Aprendizajes competenciales con propuestas pedagógicas que fomentan la autonomía, la creatividad y la experimentación para el desarrollo de las competencias propias de los ámbitos lingüístico,matemático-científico-tecnológico y artístico.
Enfoque DUA(Diseño Universal del Aprendizaje) con espacios flexibles que permiten las interacciones, posibilitan el aprendizaje activo y personalizado, promueven la autonomía y la autorregulación en todo el alumnado. Proporcionan opciones para el interés, con propuestas diversas centradas en sus intereses personales reforzando la motivación, la confianza del alumnado y su implicación en su proceso de aprendizaje. Propuestas metodológicas que respetan los distintos ritmos de aprendizaje de todo el alumnado: rincones, estaciones, ambientes,currículo multinivel y proyectos Aps.
Trabajo colaborativo para incluir a “todo” el alumnado, aprender en equipo, aceptar las diferencias, construir un clima positivo de convivencia, controlar sus emociones, aumentar su propia responsabilidad y la de grupo, desarrollar habilidades sociales (diálogo, respeto, tolerancia).
Educación socioemocional a través de círculos de diálogo, prácticas restaurativas, aprendizaje dialógico, tutorías individualizadas creando un ambiente afectivo,motivador y estimulador que genere confianza y seguridad.
Participación basada en el liderazgo apreciativo como filosofía de centro despierta un espíritu renovador que potencia las fortalezas para lograr que la innovación emerja del mismo sistema potenciando la excepcionalidad, la creatividad personal y colectiva.
Talleres formativos para las familias: costura “Hilvana”, castellano, digital y cocina para favorecer el empoderamiento y emprendimiento femenino, tejiendo lazos que generan vinculación emocional entre distintas culturas. Realizados por personal cualificado y voluntariado. Con estos talleres adquieren herramientas que les ayudan a mejorar la capacidad educativa de la familia y a iniciarse en competencias preprofesionales.
Trabajo en red a través de alianzas transformadoras. Abrir las puertas del centro a distintas instituciones generando filiación al proyecto y recursos económicos que garantizan experiencias y oportunidades a las que no se tendría acceso sin esa colaboración permitiendo así la sostenibilidad del proyecto.