Lo que no ves todos los días


Zaragoza es mucho más que la Basílica del Pilar o el Palacio de la Aljaferia. Si piensas que Zaragoza es monótona, te confundes.

Voluntariado y cooperación
Juan Manuel Miravete Pérez del Corral

Toca el buen tiempo y las ganas de salir de la rutina. Cada día miles de personas recorren los míticos lugares zaragozanos: el Puente de Piedra, la calle Alfonso, la Basílica de El Pilar o La Seo…y Zaragoza es mucho más que eso. Una ciudad de casi 700.000 de habitantes ofrece un itinerario más allá del casco antiguo. Aquí te proponemos una serie de opciones por si quieres investigar y comprobar con tus propios ojos que Zaragoza es más bonita de lo que piensas.

Contempla la ciudad desde las antenas de Juslibol

Si te gustan las vistas panorámicas de nuestra ciudad y el deporte, subir hasta las Antenas de Juslibol tiene su recompensa. Desde muchos lugares de la ciudad, se pueden avistar estas antenas, por lo que no es difícil encontrar el camino hasta llegar allí.

Una vez llegues a la cima, podrás disfrutar de una vista impresionante de Zaragoza de principio a fin. Es un lugar idóneo para realizar un picnic con amigos o para relajarte mientras contemplas todo el valle del Ebro. Aunque no te olvides de llevar agua, ya que, aunque no es complicado subir, tiene un par de cuestas empinadas que te harán sudar la gota gorda.

Si eres amante de la actividad física, puedes llegar allí corriendo, en bicicleta o caminando. Y una vez que hayas apreciado la ciudad desde las alturas, podrás continuar el recorrido por los caminos adyacentes que llegan hasta el mirador del Galacho de Juslibol y al Castillo de Miranda. Dos lugares que no puedes perderte si te gusta explorar.

Piérdete por el Soto de Cantalobos

¿Buscas un tesoro natural escondido en plena Zaragoza? Visitar y recorrer el Soto de Cantalobos es tu mejor opción. Con una extensión de tres kilómetros de longitud, este bosque ribereño es un refugio de biodiversidad, hogar de una gran variedad de aves, insectos y pequeños mamíferos que lo convierten en un auténtico paraíso natural.

A tan solo 30 minutos a pie desde la Plaza del Pilar, dirección al puente de la Z-40 en la orilla sur del Río Ebro, se encuentra el acceso a este recinto natural. Para disfrutar de este maravilloso bosque, que se encuentra unido a una de las huertas históricas de la ciudad, la Huerta de Las Fuentes, existen numerosas rutas y senderos que permiten explorar el espacio verde en profundidad o recorrerlo de principio a fin. A lo largo del año, el Soto de Cantalobos acoge a más de 100 tipos de aves, así como los animales ya nombrados, que lo hacen un lugar imprescindible para aquellos amantes de la naturaleza. Recorrerlo es adentrarse en un mundo de sonidos y colores que te transportará a una densa selva.

Es una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza en estado puro, sin salir de la ciudad, y de conectar con la biodiversidad que nos rodea.

 

La esencia de lo rural en el Callejón de Lucas

El Callejón de Lucas es uno de esos lugares especiales de Zaragoza que, a pesar de estar escondido, tiene mucho que ofrecer. Ubicado en pleno corazón del barrio del Arrabal, este callejón cubierto es un auténtico tesoro que la ciudadanía zaragozana debe de descubrir.

A simple vista, podría pasar desapercibido, pero nada más adentrarse en él, te sorprenderá su pasaje lleno de colores y flores, que te trasladará a otra época y te mostrará la esencia de la tradición y la cultura de Aragón. Se trata de un callejón sin salida que lleva a una pequeña plazoleta interior rodeada de viviendas típicas de la arquitectura rural zaragozana.

El callejón es un espacio mágico que invita a pasear y a perderse entre sus rincones, donde se puede encontrar detalles arquitectónicos singulares. Es un imprescindible para aquellos que buscan descubrir los secretos mejores guardados de Zaragoza. Quizás te teletransportes a principios del siglo XIX. Un tesoro oculto que merece ir.

Un parque con muchos laberintos

El Parque Lineal de Plaza es un parque poco común de la ciudad. Es uno de los sitios más hermosos y tranquilos de la ciudad, ideal para pasar un día disfrutando de la naturaleza y de un buen picnic en su máximo esplendor. Situado a las afueras de la ciudad, este parque se extiende a lo largo de la orilla del río Ebro.

Este parque es perfecto para los amantes del deporte y para los que quieran cambiar por un día el Parque José Antonio Labordeta o el Tío Jorge. Además, cuenta con tres laberintos a lo largo para que te pierdas en ellos, y un mirador en el que podrás visualizar gran parte del valle del Ebro y la Zaragoza desde su cara oeste.

 

Mucha historia en el museo de Ciencias Naturales

Por si no lo sabias, en el pleno centro hay un museo de ciencias naturales. Esta joya oculta ubicada en el edificio Paraninfo de la plaza Basilio Paraíso cuenta con una impresionante colección de más de cien mil fósiles de plantas y animales vertebrados e invertebrados que ilustran la historia natural de la Tierra desde sus inicios.

Lo que hace que este museo sea más especial es que la mayoría de especímenes provienen de Aragón. Pero eso no es todo. El museo también alberga una exposición permanente de la colección de Longino Navas, un renombrado naturalista aragonés que recolectó y naturalizó 4.000 animales, esqueletos, fósiles o herbarios.

Muchas veces existen exposiciones temporales que tratan de paleontología, ciencia o descubrimientos, así como de numerosas actividades para niños y adultos.


Un palacio construido por amor

El amor ha sido a menudo fuente de inspiración para crear obras magníficas, y el Palacio de Larrinaga es un perfecto ejemplo de ello. Situado en la Avenida Miguel Servet 123, este palacio es uno de los más impresionantes y desconocidos de la ciudad de Zaragoza. Su majestuosidad es inmediatamente visible. Fue construido con una combinación de piedra y mármol en estilo neorrenacentista.

Félix Navarro supo plasmar la visión de su cliente, el naviero Miguel Larrinaga. Todo fue construido por amor. El naviero conoció a Asunción Clavero, una chica de Albalate del Arzobispo, se enamoraron y se casaron. Por trabajo, se mudaron a Inglaterra, pero sus planes siempre fueron volver. Por ello, Miguel ordenó construir el palacio como un regalo para Asunción por haber dejado su tierra natal. El objetivo era tener su residencia de retiro, pero la muerte de Asunción impidió que este sueño se hiciera realidad.

Más de 100.000 m2 cubren al palacio de planta cuadrada y una cúpula en su centro. Gran parte de los mejores artesanos locales trabajaron en sus puertas, vidrieras, relieves, mosaicos…

El Palacio de Larrinaga es uno de esos lugares que se descubren por casualidad. A pesar de la triste historia, el amor entre ambos está impregnado en sus paredes. Es una experiencia única admirar la arquitectónica del edifico.

 

Un lugar con mucha historia zaragozana

Se trata de uno de los lugares más desapercibidos y desconocidos de la ciudad, pero con una gran historia que contar. Este sitio es uno de los mejores emplazamientos para comprender una de las obras civiles más importantes de Europa en el siglo XVII.

Desde las esclusas que regulan el flujo del agua hasta el molino o los espacios verdes, el parque está lleno de elementos que nos recuerda el importante papel que jugó y juega el canal en el desarrollo de la región.

Pero si hay un monumento que destaca por encima de todo el parque es la Fuente de los Incrédulos. Un sencillo monumento que conmemora la llegada del agua del canal a Zaragoza, un hito que fue recibido con escepticismo por algunos habitantes de la ciudad.

Además de su gran historia y su importancia cultural, el entorno es un lugar perfecto para practicar deporte o disfrutar de la naturaleza y un buen punto de partida para hacer rutas senderistas tanto en dirección Torrero o hacia Rosales.

 

Arte delante de tu casa

El arte urbano y callejero se ha convertido en una forma de expresión artística cada vez más valorada, y en pleno centro de Zaragoza se encuentra el mejor. Los murales y grafitis que se hayan en el barrio de Las Armas son un lugar que da rienda suelta a la creatividad. Entre ellos destacan nombres como Spok, Popay o Boa Mistura, que han dejado su huella en el barrio con obras de gran impacto visual y de mensaje. Uno de los murales más famosos es el de La Mar de Vida, creado por el grupo Boa Mistura. Este mural de gran tamaño representa una escena submarina con diversas especies marinas, y se ha convertido en uno de los emblemas del barrio. También destacan el de Urban Knitting, Roa, El niño de las pinturas, Míster Trazo o Above.

Las calles están llenas de color y cuentan con numerosos espacios para perderte por ellas mientras echas la cabeza hacia arriba y aprecias todo su potencial creativo y su oferta cultura.

Un oasis en mitad de todo

Quizás no es el lago de El Retiro en Madrid, pero el lago artificial del barrio de Casablanca es un pequeño oasis para desconectar de los ruidos de la ciudad. Situado en el parque del Canal Imperial, al lado de la Cooperativa de Taxis, este espectacular lago es capaz de robarte la vista a 360º. Allí podrás disfrutar del paso del agua, de las baquitas o de sus patos, mientras te relajas en el mirador escuchado el sonido de la mini cascada. Sin duda, es una parada obligaría para visitar y disfrutar de una agradable tarde con amigos o en pareja.

Un pasadizo secreto en mitad del Tubo

Aunque seguramente sea el más conocido de todos estos, el Pasaje de los Giles es un gran misterio a descubrir en pleno centro de la zona de El Tubo. Es el pasaje más antiguo de Aragón y a lo largo de su historia ha tenido diferentes usos. Situado entre las calles Cuatro de Agosto y Estébanes, es uno de los espacios más bonitos por su patio acristalado, columnas de orden toscano y modernista y decoraciones neoclásicas. Un pasaje en el que se respira silencio y calma ante el estruendo de esta mítica zona de Zaragoza.

Mapa

 

 


Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos 4, Zaragoza, 50001

Tel: 976 72 18 18
Whatsapp: 608 748 112
Correo: infojoven@zaragoza.es
Cómo llegar en transporte público

Horario:

  • Lunes, Martes, Jueves y Viernes, de 10 a 14 horas;
  • Miércoles, de 15 a 18 h.

Verano:

  • Lunes a Jueves, de 10 a 14 h;
  • viernes de 10 a 13 h.