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"Una experiencia inolvidable", así define el voluntariado internacional Javier Parcero Aznar, coordinador de proyectos de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), quien te informa de todo cuando acudes a ella con dudas. Y también va a ser nuestro guía por el voluntariado internacional en el recorrido que trazan estas líneas.

Una oportunidad para salir de nuestros "países burbuja" opina Javier. "Cada vez es más importante acercar la experiencia de los países más empobrecidos, ya que puede ayudarnos no sólo a entender los problemas, sino su relación con las situaciones que se viven donde residimos. De esta manera, las acciones de sensibilización tratan de alimentar una conciencia crítica y animar a las personas a para cambiar esas circunstancias", afirma la Coordinadora de ONG para el Desarrollo. Javier pone como ejemplo la migración: "Mucha gente tendría que ir. Cuando lo conoces de primera mano, ahí se te cae el alma a los pies... La gente huye de sus circunstancias por algo. No es por un capricho, es por problemas graves en su país, pobreza extrema…".

Este voluntariado es mínimo de tres semanas y de hasta uno y dos años. Las temáticas dependen en gran medida de las necesidades de las ONG de los países del Sur con las que se trabaja desde Zaragoza. Algunas son: educación, sanidad, bienestar económico, igualdad de género, protección del medioambiente, personas refugiadas y migrantes, etc. Las ONG aragonesas sobre todo trabajan en América Latina y África, aunque unas cuantas lo hacen también en países asiáticos como la India o Nepal.

Generalmente, todas las personas mayores de edad podemos ser voluntarios/as. Algunas ONG permiten menores bajo autorización de sus tutores legales, y también las hay que solo aceptan mayores de 21 años. Luego está si eres médico, maestro, ingeniera, informática… Las habilidades y capacidades nos permitirán participar en ámbitos más específicos.

Ya sabemos qué es el voluntariado internacional, ahora toca aprender lo que NO es. "Desde luego no es un viaje turístico a ver pobres, eso me parece vergonzoso", afirma rotundamente Javier. Por internet encontramos anuncios de lo que algunos denominan 'volunturismo'. Te lo organizan todo de la noche a la mañana y, claro, te piden dinero. Para evitarlo, desde la FAS nos recomiendan consultar sus ONGs socias.

El proceso del 'volunturismo' no tiene nada que ver con el de un voluntariado internacional; que consta de fase de información, proceso de selección y formación. En este caso la financiación sí corre a cargo de la persona voluntaria, aunque existen entidades que nos facilitan medios: las ayudas a jóvenes aragoneses/as que participen en proyectos de cooperación internacional del Gobierno de Aragón, y programas europeos como el voluntariado humanitario de la Unión Europea, el Cuerpo Europeo de Solidaridad.

Una cuestión clave es entender que, por la misma naturaleza de la acción, puede que enfrentemos situaciones complicadas. Javier pone el ejemplo de una joven que estuvo trabajando con un grupo de mujeres maltratadas: "Hay que estar muy bien amueblado y ser consciente de lo que te puedes encontrar", apunta. Por ello la idea que debe movernos a realizarlo no puede ser me encuentro perdido y la estabilidad que me esquiva… Voy y la esquivo yo a ella yéndome a 'salvar personas'. El centro de esta actividad son las personas receptoras de la ayuda y sus necesidades. Por eso, deberíamos ir precisamente cuanto mejor podamos afrontarlo, con plenas capacidades y así poder ayudar lo mejor posible.

Terminamos nuestro recorrido por el voluntariado internacional con esta cita del escritor Eduardo Galeano: "Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no socializan los medios de producción y de cambio. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y, al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable". Y Javier Parcero Aznar añade que "el mundo está hecho de cosas pequeñas".