Info Joven

Info Joven con la colaboración de la Asesoría Jurídica de Zaragoza Joven

Que sí, que viajar está muy guay… pero a veces tiene sus problemillas. Seguro que conoces a alguien a quien un avión ha dejado tirado a 1.000 km de su casa, o le han perdido las maletas, o ha llegado con un retraso de cinco horas por una huelga o por un tren estropeado. Quedarse con el disgusto es bastante habitual, pero en muchos casos tienes derecho a reclamar. Si se trata de una compañía que tiene cariño por sus clientes, te lo pondrán fácil para pedir lo que te corresponde, pero otras confían en que no sepas que puedes hacerlo e incluso te ponen problemas. Si no quieres ser de esa gente que no sabe qué puede hacer, no pases de página todavía.

¡No tengo sitio!

Ya estás en el aeropuerto, con tu maleta, pero, ¡horror!, no hay ningún asiento para ti. A esto se le llama overbooking, es decir, que la empresa ha vendido más billetes que plazas tiene el avión. Aunque parezca mentira, esto es legal, ya que se estima que entre un 10% y un 15% de los/as pasajeros/as no van a estar en la puerta de embarque a la hora. Así, se evita que el avión viaje con plazas libres. ¿Pero qué pasa cuando sí llega todo el mundo? Pues que alguien se queda en tierra.

Las compañías están obligadas a pedir voluntarios/as para no viajar, a las que tendrán que dar compensaciones. Pero si nadie se presenta, se echa a suertes. Si te ha tocado a ti, recuerda esto es lo que te tienen que ofrecer:

• Un folleto en el que te cuenten cuáles son tus derechos. Si no te lo dan, pídeselo a tu compañía.

• Un viaje lo más similar posible al que tenías contratado. Si lo encuentras tú, te lo tienen que pagar, ¡no pierdas la factura!

• Comida y bebida. Lo más usual es que te den vales para los restaurantes del aeropuerto.

• Si tienes que pasar la noche o varios días, alojamiento y transporte entre el hotel y el aeropuerto o la estación.

• Dos llamadas telefónicas o acceso al correo electrónico.

• Si decides no viajar, el coste íntegro del billete, que te deberán pagar en siete días.

Además, tendrán que pagarte una compensación, que depende de la distancia del viaje y lo que tarden en solucionarlo.

Imposible viajar

El avión ha aterrizado ya, pero para llegar a tu destino tienes que coger un tren y resulta que no viene. Si la causa es extraordinaria (por ejemplo, ha caído la tormenta del siglo y las vías están inundadas), deberán darte comida, bebida, alojamiento, etc. pero no tendrás derecho a una compensación, ya que se entiende que no se podía prever. En el caso de las huelgas, se entiende que una empresa puede conocer las que suceden en ella, pero no las de las demás. Es lo que ocurre en el caso de las huelgas de controladores aéreos: la compañía aérea no tiene por qué compensarte por los retrasos o anulaciones. Si no te han avisado con suficiente tiempo de la cancelación del viaje y no puede probarse que haya causas extraordinarias, recibirás una compensación de entre 250 y 600€.

Pues si que tarda...

Toca volver y parece que todo está correcto. Has pasado ya la seguridad, ves aviones despegar por el ventanal pero el tuyo no aparece. Miras en la pantalla de salidas y está (menos mal, porque llevas una racha…), aunque con unas cuantas horas de retraso. Fíjate en cuánto tiempo vas a tardar en salir. Para que puedas reclamar, tiene que pasar un número determinado de horas: 2 h en el caso de los destinos a una distancia de hasta 1.500 km, 3 h en los de entre 1.500 y 3.500 km y 4 h en los de más de 3.500 km. En el caso de que los superes, vuelve a mirar la lista de derechos. Además, si el retraso es de 5 h o más, puedes rechazar viajar y que te devuelvan el dinero.

¡Este no es mi asiento!

Oye, pero que no todo es malo. A veces no hay asiento en la clase que habías pagado… ¡y te pasan a una superior! Recuerda que no tienes que pagar absolutamente nada. En cambio, si te pasan a una categoría inferior, deben darte una compensación.

¿Y mi maleta?

Todavía te queda una sorpresa: vas a buscar tu maleta a la cinta y hay unas cuantas dando vueltas, pero ninguna es la tuya. Lo primero: respira hondo y piensa que por lo menos ya estás en casa. Lo segundo: ve al mostrador de tu compañía aérea. Si no tiene, dirígete al agente de handling, que es la empresa que se encarga de los equipajes. Ahí te darán un documento, el Parte de Irregularidades de Equipaje (PIR). ¡Importante! Para luego poder reclamar, necesitas pedir este documento antes de salir del aeropuerto, así que es una buena idea revisar todo. Con este, tu billete y el resguardo de facturación, podrás reclamar a la compañía por escrito, con un plazo de hasta 21 días.

Si necesitas comprar cosas de primera necesidad, como algo de ropa, un cepillo de dientes, etc. guarda los tickets: aunque recuperes tu maleta, la compañía tiene la obligación de reembolsártelo. Si aparece, pero te han roto la maleta, también puedes reclamar, en este caso en un plazo de siete días.

¿Han pasado 21 días sin que aparezca tu equipaje? Despídete de él, se ha perdido. Tocará hacer una lista con todo lo que llevabas (cuanto más detallada mejor) para que te devuelvan el dinero, hasta 1.609€. Si vas a llevar objetos valiosos, es mejor que antes de viajar hagas una declaración especial de valor de equipaje, con la que puedes reclamar una mayor indemnización. Eso sí, no puedes incluir objetos objetos delicados, joyas, documentación valiosa, etc. y tienes que pagar un porcentaje de lo que declares.

Si te pasa cualquiera de estas cosas, no dudes en ponerte en contacto con la Asesoría Jurídica de Zaragoza Joven.