¿Qué es el amor?
¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? Quizás sean las preguntas filosóficas por antonomasia. Desde la antigüedad el ser humano se ha cuestionado su existencia. Y el amor también forma parte de ella.
Alba Martín Amaro
"No hay que ver el amor únicamente como un amor de pareja. Creo que hay que ampliar y verlo más allá, entender el amor como una fuerza que, probablemente, sea la que mueve el universo. El amor es la tendencia que une, liga, conecta o enlaza a seres distintos. Como decía Empédocles, hay dos grandes fuerzas en el cosmos. Una, la fuerza que une, que liga, que tiende a poner en contacto (el amor). Y otra, la discordia o el odio, que es la que separa, la que enfrenta, la que opone". Con estas palabras Miguel Ángel Velasco, secretario de la Sociedad Aragonesa de Filosofía y profesor de la Universidad de Cádiz y la Universidad de la Experiencia, define el amor. Un amor que, como indica la etimología, profesa por la sabiduría.
El poder de Eros
Eros o el amor en la antigua Grecia era un "dios que estaba un poco más allá de los dioses olímpicos". ¿El motivo? La fuerza de Eros -o del amor- era capaz de conectar tanto a dioses como a humanos (o que se lo digan a Zeus). Pero Eros no solo es el causante de que te enamores de tu pareja: "Eros es el dios que hace que amemos las actividades que somos capaces de hacer. Que amemos el querer aprender, el querer alcanzar un poquito de conocimiento, de saber", explica.
Un Eros que, como señala Velasco, se hace eco en El Banquete de Platón. En este diálogo del filósofo su maestro Sócrates explica qué es el amor, a través de las palabras de la sacerdotisa Diotima: "Platón se atrevió a que fuera una mujer la que desvelase el intríngulis, el secreto de esa fuerza que es Eros". Porque el amor en Platón no es el amor platónico que todos conocemos. No, no es ese amor imposible de instituto. "El Mundo de las Ideas de Platón es ideal, perfecto, pero inalcanzable e inmaterial. Es por ahí, donde hay que entender el amor platónico", destaca el profesor.
El amor místico de Dios
"En San Agustín ya nos encontramos el amor divino. Es decir, el amor que tiene Dios hacia sus creaturas o criaturas y el que debemos tener las criaturas a Dios. El amor, fundamentalmente, como una relación entre el creador y lo creado", relata Velasco. Así, las personas como criaturas divinas deben responder a su amor, amándolo. Según San Agustín, el amor entre humanos no es más que un reflejo de ese amor de Dios.
Más tarde, con el final de la Edad Media y el comienzo del Renacimiento, aparece el amor cortés. Un amor humano, de pareja, presente no solo en la filosofía sino también en la literatura. "A partir de la Edad Moderna, el individualismo va a ir aumentando cada vez más. Esa dimensión del amor individual va a ir también in crescendo", subraya Velasco.
Y de la Edad Media a la Edad Contemporánea con Marx y Engels. En su obra La Sagrada Familia, tal y como remarca Velasco, se repite una idea que ya estaba presente con los estoicos, así como con Platón y Aristóteles: el amor como una pasión que nubla la razón. "Ellos (Marx y Engels) hablan de que ese amor no solo ofusca, sino que interesa que ofusque, porque ese amor es una forma burguesa de esclavitud. Una pieza más dentro de esa opresión de la burguesía sobre el proletariado".
La belleza en el amor
En el s. XX el filósofo español, José Ortega y Gasset, también se planteó qué es el amor en sus Estudios de Amor. En concreto, en esta obra une los conceptos de amor y belleza. "Esa belleza que atrae y enamora es algo que ya estaba en Platón. Platón dice que lo que más amamos es la belleza, la hermosura. Eso es lo que nos atrae y hace que nos sintamos atraídos. Por eso, el filósofo es amante de lo bello. Y no hay nada más bello que el conocer o entender un poquito la realidad", sentencia Velasco.
El amor es belleza, es conexión, es fuerza, es dios, es una sinrazón. El amor es muchas cosas desde el punto de filosófico. Y para ti, ¿qué es el amor?