¿Qué significa ser vegano/a?
Hemos hablado de amor romántico… ¿qué tal si hablamos de amor por una causa concreta? La palabra "veganismo" apareció por primera vez en 1944, en Estados Unidos. Desde ese momento, define una forma de vida que está profundamente ligada a excluir, en la medida de lo posible, todas las formas de explotación y crueldad animal.
Eva Borja
El veganismo se basa en el principio de no consumir ningún producto de origen animal. Esto se aplica no solo a alimentos como la carne, los huevos o la miel, sino también a los cosméticos y la ropa. Por tanto, no se utiliza la piel o la lana, ni se utilizan productos cosméticos que puedan haber hecho daño a los animales. Con la evolución de la tecnología y de las nuevas técnicas científicas, el veganismo es ahora una elección más fácil para quienes desean seguir el movimiento. Hay marcas cosméticas veganas (que ya no testan en animales), hay alternativas a la carne o pescado en el comercio de alimentación, y podemos encontrar materiales sintéticos para vestirnos.
Además, se apoya en diferentes pilares, como la ética animal, la sostenibilidad para reducir la huella ambiental y la salud. En el ámbito de la ética animal, la posición que sostiene que los intereses humanos cuentan más que los de los demás animales ha sido conocida como "antropocentrismo". El antropocentrismo defiende, así, que los seres humanos son los únicos seres moralmente considerables, o que lo son siempre en mayor medida que las restantes entidades no humanas, según la Sociedad Española de Filosofía Analítica. Por eso, el veganismo está en contra de todo esto, y aboga por el control del bienestar animal y el respeto de los ecosistemas que existen en la naturaleza.
Esto también recae sobre la sostenibilidad. La producción cárnica y producción de alimentos de origen animal en general están asociadas a altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, deforestación y uso ineficiente de recursos. Es algo que se busca con la agricultura ecológica y el consumo de una moda responsable.
El veganismo es una forma de entender la vida, no solo la alimentación
El movimiento vegano ha crecido considerablemente en los últimos años, impulsado por una mayor conciencia sobre los derechos de los animales, preocupaciones ambientales y un interés creciente en la salud personal. Aunque a veces puede ser un desafío, especialmente en términos de encontrar alternativas veganas en la vida diaria, el movimiento ha ganado adeptos y ha generado cambios significativos en la industria alimentaria y la conciencia global sobre los derechos de los animales.
¿Sabes cómo encontrar productos que no derivan de origen animal?
Existen diferentes etiquetados para saber que podemos estar tranquilos y consumir productos que no tienen origen animal. Uno de ellos es el indicativo Expertise Végane Europe, o EVE Vegan, que es una agencia de certificación francesa que verifica la ausencia de ensayos y fabricación relacionada con animales.
La más conocida es la etiqueta Cruelty Free relacionada con los cosméticos que no han sido testados en animales, y por otro lado existe la etiqueta PETA Cruelty Free and vegan, que incluye el hecho de que no contiene ningún material de origen animal. Es muy importante conocer la diferencia, ya que muchos/as de nosotros/as creemos que la primera de ellas incluye el hecho de ser vegana, pero no es así.
Empezar a serlo, un reto para todos/as
Los jóvenes somos quienes más concienciados/as nos mantenemos ante la situación que se agrava. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector cárnico emite más gases de efecto invernadero que todo el transporte mundial junto: un 14,5% del total de emisiones. Es una de las causas más sonadas que defiende el veganismo y vegetarianismo, con, por supuesto, defender la vida e integridad de los animales.
Comer carne o pescado es una decisión propia y personal, al igual que consumir o no ciertos productos; por eso, si estás pensando en comenzar una vida ligada al veganismo, está bien comenzar por una dieta vegetariana para adaptar tus necesidades alimentarias y a comprar con conciencia y convencimiento dentro de tus posibilidades.