Info Joven

Marta Parra

Seguro que alguna vez has escuchado la comparación de Internet y las redes sociales con un vasto océano en el que nos sumergimos a través de opiniones y olas de información. Pero, ¿alguna vez te has planteado que quizás solo estabas nadando en círculos dentro de una piscina?

Para muchas personas, las redes sociales se han convertido en su ventana al mundo (TikTok va camino de coronarse como el principal motor de búsqueda entre las generaciones más jóvenes, por encima de Google), pero a menudo esta ventana muestra un paisaje limitado, creando lo que conocemos como "cámaras de eco" y provocando que tengamos una visión sesgada de la realidad.

Estamos en manos de titiriteros invisibles

En el contexto de las redes sociales, las cámaras de eco se refieren a su tendencia a mostrarnos contenido que coincide con lo que pensamos. Son un poco como los auriculares con cancelación de ruido, ya que nos permiten escuchar solo lo que queremos. Nos sumergen en una burbuja, en apariencia cómoda y reconfortante, pero que en realidad es peligrosa, porque limita nuestra exposición a ideas, realidades y perspectivas diferentes, y nuestra capacidad de escuchar y aprender sobre ellas.

Los algoritmos juegan un papel crucial en este escenario. No olvidemos que el objetivo principal de las redes sociales es lograr que las personas usuarias permanezcan en ellas el mayor tiempo posible para poder seguir mostrándoles publicidad (que es lo que las hace rentables). Por ello, los algoritmos actúan como titiriteros, diseñados para mostrarnos contenido que probablemente nos gustará y atraparnos así en un scroll infinito.

Una de las primeras veces que este problema se visibilizó abiertamente fue en el documental The Social Dilemma (El dilema de las redes). Ex trabajadores/as de plataformas como Google, Facebook, Instagram o X (antes Twitter), entre otros profesionales, explicaron el funcionamiento de los algoritmos sociales y cómo estos pueden alimentar la desinformación e influir en nuestra forma de pensar y actuar.

Tips para construir un timeline más diverso

El uso que le quieras dar a tus redes sociales depende exclusivamente de ti. Puede que tú solo quieras publicar fotos y vídeos personales, mantenerte al día con tu círculo, o ver vídeos de animalitos y memes graciosos y, de verdad, eso también está bien.

Pero si te interesa, además, utilizarlas para informarte y contraatacar los efectos del algoritmo, aquí te dejamos algunos tips:

1. Construye y diversifica tu red. Busca activamente voces y perspectivas que puedan aportarte valor. Sigue a especialistas y a creadores/as de contenido divulgativo (los hay muy amenos/as y entretenidos/as); también a asociaciones y colectivos y a medios de comunicación de diferentes ideologías.

2. Contrasta la información. No te tomes todo lo que ves en redes como una verdad absoluta, cuestiona los titulares rotundos e impactantes y verifica la información en distintas fuentes, sobre todo aquella que detectes que intenta hacerte pensar algo en concreto.

3. Realiza una "lectura activa". Si entras a formar parte de un debate o una discusión en línea, ya sea en chats, foros o comentarios dentro de una publicación, intenta que sea de forma constructiva. Escucha las historias de las personas que piensan diferente y conoce sus motivos.

4. Reflexiona sobre tus propias interacciones. Cuando vayas a publicar un post o un comentario, pregúntate si es necesario, qué sentido tiene y qué aporta (tanto a ti mismo, como a los demás). Así evitarás responder en caliente y podrás imponerte a la impulsividad que suscitan las redes.

Romper con la cámara de eco es un acto de curiosidad, pero también un paso hacia una comprensión más profunda de las personas y de la realidad que vivimos, así como una oportunidad para aprender y tener interacciones más valiosas.