Cartuja Aula Dei
Entre 1772 y 1774 Goya realizó la decoración de la iglesia de la Cartuja de Aula Dei, un magnífico ejemplo del gótico tardío.
Goya realizó once escenas en los muros de la nave, bajo el arranque de la bóveda de la iglesia. La técnica utilizada fue óleo sobre muro donde utilizó la pincelada alla prima que, junto al color, consigue que lo representado adquiera una volumetría destacable, conjugada con colores muy vivos, influencia en parte de la pintura veneciana estudiada en su viaje a Italia. Los personajes son tratados con gran sobriedad y amplios pliegues, componiendo conjuntos donde la figura humana cobra el protagonismo frente a los paisajes o las arquitecturas.
Las pinturas se encuentran en el lugar donde fueron realizadas; Goya tuvo presente el espacio arquitectónico de la iglesia y adecuó cada una de las escenas al lugar que iban a ocupar.
Actualmente, este ciclo de la vida de la Virgen se divide en siete escenas: Revelación a San Joaquín y Santa Ana, Nacimiento de la Virgen, Los Desposorios de la Virgen, La Visitación, La circuncisión de Jesús, La presentación del Niño Jesús en el templo y purificación de María y La epifanía, ya que cuatro de ellas desaparecieron, a causa del abandono del edificio, cuando la Orden tuvo que abandonar la cartuja a raíz de la desamortización de Mendizábal. Por esta razón, al contemplar las pinturas conservadas se evidencia que algunas zonas fueron repintadas a principios del siglo XX por los hermanos Buffet, quienes además, realizaron de nuevo los murales que no se habían salvado.