21 diciembre 2011

Las últimas chabolas de Zaragoza, en Camino de Cogullada, han sido demolidas esta mañana

Con ello, se alcanza uno de los objetivos del plan para la erradicación de este tipo de infravivienda en nuestra ciudad, aunque aún será necesario un continuo seguimiento de las familias realojadas
Zaragoza, miércoles, 21 de diciembre de 2011.- Las últimas chabolas de Zaragoza son, hoy, historia. A lo largo de esta mañana se ha procedido a la demolición del último de estos asentamientos, situado en el Camino de Cogullada. De este modo, concluye uno de los capítulos del proceso de erradicación del chabolismo en la capital aragonesa en el que han colaborado, estrechamente, Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Aragón y organizaciones como la Fundación Federico Ozanam, la Asociación de Promoción Gitana y Cáritas. Dicha cooperación se ha llevado a cabo, en los últimos años, a través de los convenios firmados y renovados por las instituciones desde el año 2003 y tan necesarios en el futuro. Pero es un proceso que, en su origen, tiene ya varias décadas de historia. La demolición llevada a cabo hoy ha estado precedida por años de trabajo y colaboración en la preparación previa al realojo de las familias. Esa labor se había hecho, ya con anterioridad, en otros puntos de la ciudad con este mismo problema: en concreto en el antiguo Recinto Ferial (junto al Pabellón Príncipe Felipe) y el Camino de Enmedio. En esta última fase se ha trabajado con 31 familias de las que, finalmente, han sido realojadas 26. En todo este recorrido ha sido determinante la labor de un numeroso equipo de profesionales que, cada uno en su ámbito, ha trabajado de manera coordinada para que el programa haya sido un éxito: desde los trabajadores sociales, mediadores y educadores hasta los centros escolares próximos, sin olvidar al Instituto Aragonés de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, los funcionarios y trabajadores del Área de Acción Social del Ayuntamiento, la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, Policía Local, etc. Una Comisión de Seguimiento ha estado atenta al desarrollo de todo el proceso. Desde los servicios municipales también se quiere agradecer hoy la colaboración prestada tanto por la Asociación de Promoción Gitana, cuya junta directiva ha estado presente en la demolición de estas chabolas, como a la empresa Carmelo Lobera, que ha colaborado con gran sensibilidad en la parte logística y técnica de los derribos. El trabajo no ha concluido todavía. Una vez realojadas, las familias tienen una situación de "intervención intensiva", lo que significa un trabajo de seguimiento continuo día a día. El objetivo, lógicamente, es lograr la completa "normalización" de dichas familias, para consolidar esta nueva situación y evitar que, en el futuro, pudieran darse pasos atrás. La actual situación económica hace que, también, los diferentes servicios sociales sigan estando alerta para controlar y evitar nuevos focos de chabolismo, así como trabajar en otras fórmulas de infravivienda que, en Zaragoza, al igual que sucede en todas las ciudades del mundo, puedan llegar a establecerse.