29 junio 2023

La reforma del Albergue Municipal comenzará a finales de 2023

La consejera de Políticas Sociales, María Ángeles Orós, ha explicado que el proceso de contratación está muy avanzado y la previsión es adjudicar la obra este verano

Esta histórica inversión, valorada en 4,5 millones de euros, permitirá mejorar de manera notable las instalaciones para la atención de personas sin hogar

El Ayuntamiento de Zaragoza iniciará a finales de este 2023 la reforma del Albergue Municipal. Así lo ha anunciado hoy la consejera de Políticas Sociales, Marián Orós, durante una visita a este equipamiento, en el que por fin se hará realidad la histórica inversión de 4,5 millones de euros incluida en el Presupuesto Municipal. El objetivo es ampliar, modernizar y dignificar las instalaciones para la atención de personas sin hogar.

"Este Gobierno municipal demuestra con hechos que las políticas sociales y los derechos de la población más vulnerable son una prioridad para nosotros. Es la mayor inversión en las últimas décadas que va a realizar el Ayuntamiento de Zaragoza para dignificar la atención a las personas sin hogar", ha destacado Marián Orós durante la jornada de puertas abiertas que ha celebrado el Albergue.

La consejera ha explicado que el proceso de contratación de la obra avanza a buen ritmo y está previsto adjudicarla durante este verano. Será por tanto en el último trimestre de 2023 cuando puedan empezar los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de 16 meses.

El proyecto de reforma no supondrá una ampliación relevante del número de habitaciones sino la mejora de los espacios, la accesibilidad, climatización y eficiencia energética. Todo ello garantizando la preservación del patrimonio arqueológico y la puesta en valor de los restos de la muralla medieval que se ubican en este entorno.

Recuperación del antiguo Cuartel de San Agustín

El proyecto contempla dos actuaciones principales: la construcción de un nuevo edificio de recepción con entrada por la calle Alonso V y la restauración del antiguo Cuartel de San Agustín, el único de los cuatro inmuebles de este recinto histórico que se encuentra actualmente en desuso (los otros tres son el Centro de Historias, la Biblioteca María Moliner y el propio Albergue). Entre ambos edificios, el Albergue sumará 1.872,40 metros cuadrados.

Por un lado, la recuperación del antiguo cuartel -edificio de tres plantas- permitirá ampliar el Albergue con 923 metros cuadrados de superficie útil, dedicada al personal que realiza la atención social a las personas sin hogar, y a espacios polivalentes para actividades vinculadas al Plan Social de Primera Oportunidad.

El nuevo edificio de recepción, de 949 metros cuadrados útiles, se levantará en tres plantas -sótano, baja y cubierta- y permitirá mejorar el control y la atención a los usuarios, con un área de acogida y servicios. 

Destaca también la construcción de un nuevo espacio de emergencias, para ofrecer alojamiento a cualquier persona ante inclemencias meteorológicas u otro tipo de situaciones de urgencia, sustituyendo las actuales estructuras prefabricadas por unas instalaciones de mayor calidad y confort.

Edificio de gran valor histórico y cultural

El Albergue Municipal de Zaragoza presta servicio desde el año 1989 en una parte del antiguo Convento de San Agustín. Este es uno de los espacios con mayor carga histórica y cultural de la ciudad en el que se han encontrado restos íberos, romanos y musulmanes, además de haber sido lugar de asentamiento de la Orden de San Francisco y de San Agustín, a la que pertenecen los restos del siglo XVII que hoy se conservan.

Se trata de un conjunto edificado en el siglo XIV sobre el solar del antiguo convento franciscano, que fue ampliado y reformado primero en el siglo XVI (sacristía, biblioteca y nuevo claustro) y posteriormente en los siglos XVII y XVIII. En 1978 el recinto pasó a ser propiedad municipal, en malas condiciones de conservación por su estado de abandono. A finales de la década de los ochenta, parte del antiguo cuartel de San Agustín fue rehabilitado como Albergue Municipal. Sin embargo, otros restos del convento siguen en estado de abandono.