Zaragoza Noticias

El Ayuntamiento de Zaragoza va a fortalecer la prestación del servicio de inclusión sociolaboral en el Casco Histórico y en el barrio Oliver. Desde hace años estas actuaciones se venían realizando en la modalidad de convenio, si bien, a partir de ahora, se gestionará con la fórmula de acción concentrada por un periodo de cuatro años ampliable a diez; mismo modelo de éxito que el realizado con la Fundación La Caridad con el servicio de comida a domicilio para mayores y dependientes.

Las dos entidades que llevarán a cabo estos servicios de itinerarios individualizados son la Fundación Federico Ozanam y Adunare. De esta forma, según ha explicado la consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, este recurso refuerza su carácter público conforme al catálogo de servicios sociales municipales. La iniciativa cuenta con una partida de más de 1,6 millones de euros.

"Con este concierto damos estabilidad a los programas de inclusión sociolaboral de nuestros vecinos en riesgo de exclusión que está asegurado no solo a corto plazo, sino como mínimo por cuatro años porque la preocupación y el esfuerzo de nuestro Gobierno son las personas vulnerables y sus familias, muchas con menores a su cargo", ha afirmado Orós, quien ha destacado que estos programas tienen una "perspectiva integral" y de ahí que los servicios sociales municipales planteen un diagnóstico y actuación con las personas, unidades de convivencia y comunidades implicadas.

Ambos conciertos, a los que se presentaron por convocatoria pública ambas entidades sociales, se enmarcan en el Plan Integral del Casco Histórico (PICH) que se desarrollan en los barrios de San Pablo, Magdalena, Arrabal, La Jota, Centro y también del Centro Municipal de Atención a Personas sin Hogar; y en el Plan Integral de Oliver (PIBO).

De esta forma se pretende mejorar la cualificación básica profesional y formativa de los participantes a través de seguimiento y desarrollo de acciones tendentes al incremento de habilidades ocupacionales, incluyendo las orientadas a reducir la brecha digital, que redunden en acciones comunitarias y que mejoren sus competencias y empleabilidad.

Asimismo, este servicio de inclusión busca ofrecer oportunidades de experiencias laborales adecuadas al perfil de cada persona participante y aumentar la sensibilización y el compromiso de las empresas en la inclusión sociolaboral de la población en situación de vulnerabilidad social.

Por otro lado, incide en favorecer la integración y cohesión social a través de actuaciones de rehabilitación de espacios públicos, trabajos comunitarios y de obras básicas en viviendas de los residentes de zonas degradadas y en riesgo de exclusión social. De ahí que los partícipes en este servicio van a recibir una enseñanza de oficios de pintura, fontanería, albañilería, electricidad y carpintería, entre otras.

El número de personas atendidas se fijará anualmente por parte de los servicios sociales comunitarios, si bien inicialmente la previsión es que dentro del PICH se beneficien 100 personas (50 usuarios del módulo de orientación y acompañamiento y otros 50 en el módulo de formación y empleo) y del PIBO un total de 40 (20 usuarios del módulo de orientación y acompañamiento y otros 20 en el módulo de formación y empleo).

De la experiencia de estos años es que más del 70% de los zaragozanos que no pueden acceder a los circuitos de inserción habituales como el Inaem o Imefez y que han pasado por estos programas han conseguido un futuro sociolaboral. Una cifra que justifica, en opinión de Orós, la firma de este concierto "en pro de la estabilidad y consolidación de un servicio específico que funciona".

Todas ellas, de entre 18 a 65 años, en situación de desempleo y cuyo nexo en común es el de estar en situación de vulnerabilidad.