El pasado domingo 20 de junio, sobre las 10:30 de la mañana, en el barrio de Garrapinillos, cerca del restaurante Gayarre, sufrimos un pequeño accidente con el coche, con un bebé de 18 meses a bordo. Circulábamos por un camino rural cuando nos encontramos de frente un camión de la basura del Ayuntamiento que circulaba a gran velocidad. Anta la inacción del trabajador que conducía el camión, le hicimos señas para que parara y poder meternos en un camino perpendicular, y así dejar paso al vehículo municipal. Cuando el camión de la basura pasó, nos dispusimos a incorporarnos de nuevo al camino por el que circulábamos con tan mala suerte que metimos una de las ruedas de nuestro coche en una acequia. A los pocos minutos, el camión de la basura volvió a pasar en sentido contrario, y viéndonos en esa situación, ni siquiera paró para interesarse o pedir disculpas.