Instalaciones Deportivas

Gestión deficiente del centro deportivo municipal Palafox

El 17 de septiembre el responsable del centro deportivo Palafox tomó la decisión de que los usuarios libres solo pudieran utilizar los vestuarios de cambio rápido (uno masculino y otro femenino), mientras que los cursillistas dispondrían de los cuatro restantes. Es una decisión que ha causado una patente insatisfacción entre los usuarios libres por todas las molestias que nos ha acarreado: son los vestuarios más pequeños, con un espacio insuficiente, incómodos por la propia distribución del espacio, más difíciles de mantener limpios... y todo ello, cuando durante este fin de semana no ha habido cursillos. Hemos comunicado nuestro enfado por estas molestias a los empleados que han estado trabajando desde el viernes hasta hoy, domingo. Sin embargo, no se ha puesto solución a esta situación, lo cual manifiesta una dejación de funciones por parte del responsable del centro, ausente a lo largo de todos estos días y, al parecer, también mañana, lunes. Si se va a tomar una decisión con consecuencias tan importantes para los usuarios, debería haberse asegurado de que él iba a estar presente en el centro para poder reaccionar adecuadamente según fuera el resultado. Y, de no ser así, habría debido prever una cadena de mando adecuada que, en su ausencia, pudiera gestionar adecuadamente la situación. Por otra parte, resulta llamativa esta decisión de concentrar a todos los usuarios del fin de semana en dos vestuarios, con un aforo de 7 personas cada uno, cuando el aforo general del centro es de 65 personas. Habría sido deseable que el responsable de este centro, al que se le presupone competencia, hubiera considerado la discrepancia de cifras. Por fin, una decisión de este tipo debe ir acompañada de su logística correspondiente. Cuando son seis los vestuarios operativos, los servicios de limpieza han de atender a todos ellos más el resto de las instalaciones. Pero cuando se concentra a todos los usuarios del fin de semana (recordemos que no había cursillistas, cosa de la que el responsable tenía que ser consciente) en dos vestuarios, los servicios de limpieza han de concentrarse también en el mantenimiento impecable de estos recintos, que, por fuerza, van a recibir un uso mucho más intensivo que de costumbre. Esto no ha sido así, y los usuarios habituales hemos podido ver cómo el servicio de limpieza seguía con las funciones habituales y que nadie les había indicado el cambio que se había producido. Por esa razón, el nivel de limpieza del vestuario de cambio rápido femenino en los momentos en que yo he hecho uso del mismo a lo largo de estos días no se ha correspondido con el nivel acostumbrado: agua en las cabinas, con el peligro que ello entraña, huellas de pisadas... Quiero manifestar que el comportamiento de todos los trabajadores del centro ha sido impecable. Es el responsable el que no ha estado a la altura de las circunstancias y no ha sido capaz de solventar adecuadamente el problema que su decisión ha creado.