El pasado 17 junio a las 13,30, en plena Ola de calor, estuve esperando con un niño un taxi en la parada de taxis de CAlle Leon XIII, puerta del Corte Inglés. Tras 15 minutos de espera, comprobé que el servicio de taxi no estaba atendiendo la parada. Como veíamos pasar muchos taxis libres (luz verdes) bajando Calle Sagasta, decidimos desplazarnos hasta ahí. Una vez en Sagasta (lateral de El Corte Inglés), comprobé cómo existe algún tipo de norma no escrita para parar ahí a un taxi. Nos rechazaron el servicio 3 taxis distintos, viendo cómo decidían dónde, y a quien parar de manera aparentemente aleatoria. Vimos parar y rechazar servicios indistintamente 20 metros antes del corte inglés, en la misma puerta del corte inglés, y en la parada de buses que hay 20 metros más allá de la puerta del corte inglés. Deseo poner en conocimiento el profundo malestar que generó esta situación en los distintos usurarios que había en esos momentos intentando montarse en un taxi, cuando es totalmente evitable. Había taxis suficientes para atender la demanda, había un espacio público cedido al servicio de taxi para poder atender, pero por algún motivo ajeno a los usurarios, se decide “no organizar” las recogidas de pasajeros y crear un problema de convivencia “una jungla”, para poder ser atendidos.