Parques y Jardines

Vallado del jardín de cerezos japoneses del Parque José Antonio Labordeta-Parque Grande

Buenos días, Quisiera hacerles llegar mi incomprensión ante una medida que considero inadecuada e innecesaria. He sabido a través de las redes sociales que se ha acondicionado una zona para suelta de perros en el parque grande que coincide con la zona en la que, desde hace varios años, la Asociación Cultural Aragón-Japón está creando de forma desinteresada y voluntariosa un jardín de cerezos. El objetivo de esta asociación es que, con los años, los ahora pequeños árboles se conviertan en un hermoso jardín japonés para disfrute de todos y, ocasionalmente, en marco para las actividades culturales de dicha asociación, como el hermoso hanami o "festival del cerezo en flor", que celebran cada primavera. De todos es conocido que esta Asociación realiza desde hace muchos años una interesante actividad cultura y social en colaboración con la Universidad de Zaragoza, el Gobierno de Aragón o el propio Ayuntamiento de Zaragoza. Sus actividades son únicas, por su especificidad, dentro de la oferta cultural y de ocio de la ciudad. La creación de este jardín contaba con el apoyo del propio Ayuntamiento y con otros colectivos y asociaciones ligados a la cultura japonesa en la ciudad. Creo preciso recordar que Zaragoza es una de las ciudades de España en la que más se promueve el intercambio cultural con Japón a través de distintos organismos oficiales (UNIZAR; Fundación Torralba del Gobierno de Aragón, Escuela Oficial de Idiomas, etc.) y entidades sociales (Asociación Tatakae, Asociacíon, Mangaku, AC Zaragoza Bonsai, Grupo Kamidaiko, y tantos otros) y que cuenta con una de las mejores colecciones de arte japonés de España, ubicada en el Museo de Zaragoza. Permitamos que esos vínculos se manifiesten en un entorno natural tan querido por todos como el Parque Grande, en una muestra de respeto por la cultura oriental que, precisamente, valora como una de las principales manifestaciones artísticas el cuidado y la contemplación del paso de las estaciones en la naturaleza. Resulta llamativo que el Gobierno municipal, tan interesado en promover el amor y el disfrute de la naturaleza a través de eventos como el ZaragozaFlorece, permita que este prometedor proyecto de iniciativa ciudadana se marchite, en vez de alentarlo y favorecerlo. Señalar, por último, que seguramente el Parque dispone de otros espacios donde ubicar este proyecto para nuestros perros, contra el que nada objetamos per se. Porque como dice el haiku de Kobayashi Issa: “Bajo la sombra del cerezo florido, nadie es extraño”. Atentamente, con toda mi gratitud por haber leído hasta el final este largo mensaje,