En el gran desarrollo urbano de zaragoza de los últimos 60 años se han construido y “ bautizado “ cientos de calles, otras vías, plazas,centros cívicos, monumentos, placas, etc etc. Unas con criterios, en mi opinión, desafortunados e incluso absurdo so inmerecidos. Sin embargo, salvo error que no he localizado hace años,, nada dedicado a unos zaragozanos con méritos para ello mucho más que suficientes. Me refiero al matrimonio SALA-URZAIZ. Como casi todo el mundo sabe, o debería saber,, fueron unos generosisimos mecenas que sufragaron nada menos que la constricción de las dos últimas torres del templo del Pilar, el mayor atractivo turístico y religioso de Zaragoza y uno de los mayores de España. Supuso y supondría hoy una inversión, un regalo de un valor inmenso tanto material como representativo de Zaragoza, Aragon y España. Opino que es casi imposible pensar en otros nombres que lo merezcan más y con los que la ciudad se halle más en deuda. También el matrimonio SALA-URZAIZ destacó por sus numerosas obras de caridad. Por ello modestamente propongo que se repare esta.ingratitud de la ciudad para con ellos del modo que el Ayuntamiento juzgue más adecuado en base a la importancia de la generosidad de estos mecenas. Creo que es indiscutible que merecen lo que propongo por razones de prestigio de nuestra ciudad,turísticas, religiosas y de la más elemental justicia. He intentado hacer llegar por otro medio esto mismo a D Jorge Azcón pero posiblemente no le ha llegado. No amplío innecesariamente la biografía de los Sres SALA-URZAIZ, sobradamente conocida.