El Anillo Verde de Zaragoza se concibe no como algo cerrado en sí mismo, sino como una red capaz de articular los distintos espacios verdes de la ciudad, y con la vocación de desarrollar sub-anillos y ramificaciones.

En esta estrategia se inserta la voluntad municipal de diseñar un anillo en el norte de la ciudad que se inserte en la estructura del anillo verde principal y que sea capaz de articular los grandes sistemas verdes fluviales y diversos espacios verdes de ese entorno, integrando además los espacios periurbanos con los urbanos.

Los dos grandes ejes articuladores de este Anillo Verde Norte son, por lo tanto, los dos ríos: el Ebro y el Gállego, con características muy diferentes, porque mientras el primero tiene un carácter urbano y un uso ciudadano intensivo, el segundo tiene un carácter más natural dada su posición periférica, aunque también ha sido objeto de un sistemático proceso de regeneración paisajística desde hace años por parte de los servicios municipales de Medio Ambiente y ha recibido algunas inversiones del Plan de Acompañamiento Expo.

Sin embargo el Gállego sigue siendo el gran desconocido por parte gran parte de los ciudadanos, y si bien todavía puede seguir mejorándose la calidad de su ecosistema, es un atractivo del entorno de Zaragoza que hay que poner en valor.

Por otra parte la Margen Izquierda del Ebro posee valores urbanísticos y geográficos que han sido todavía poco explotados: su topografía llana, la mayor dimensión del viario y la proximidad a los ríos, a espacios naturales periurbanos y a las áreas agrícolas. Estas características han permitido un mayor desarrollo de la red de bicicleta. Por el contrario, quizás debido a su pasado industrial, acumula varias grandes infraestructuras viarias y ferroviarias que han fragmentado el territorio, limitando las posibilidades de comunicación peatonal y ciclista entre distintas áreas

Área de descanso en San Juan de Mozarrifar El Anillo Verde Norte tiene en algunos tramos un carácter urbano aprovechando andadores y carriles-bici existentes y en otros, periurbano, ya que recorre caminos agrícolas entre huertas y sendas junto a espacios naturales.

Este trazado podrá ser mejorado en el futuro si se llevan a cabo vegetalizaciones, si se mejoran las comunicaciones entre las márgenes del Gállego, o si se resuelven ciertas discontinuidades que requieren el traslado de actividades o la construcción de algunos viales previstos. Se vislumbran además posibilidades de desarrollar otros circuitos menores integrados en el Anillo.