Recorrido a Orillas del Ebro

5. Del Puente de la Almozara al Puente de Santiago

Al otro lado de la Plaza de Europa, en un muro de la iglesia del convento de Santa Teresa, más conocido como Las Fecetas, se halla la pintura mural sobre la antigua Puerta de Sancho, que forma parte del programa encargado en 2008 por el Ayuntamiento de Zaragoza a Fabiola Gil Alarés y Vicente Gómez Arbiol. Pero mejor es que bajemos hacia la orilla del Ebro, donde encontramos bajo el Puente de la Almozara el grupo escultórico en bronce Carreta del Agua, del escultor holandés Joep Van Lieshout y su grupo, el Atelier Van Lieshout, otra de las obras encargadas por Expoagua 2008. Inicialmente, esta pandilla de famélicos homúnculos estuvo instalada en las praderas de "Los Jardines del Arte", dentro del recinto expositivo, pero una vez terminado este evento el conjunto fue instalado en esta zona inundable durante las crecidas del Ebro. Esto hace que haya a veces encharcamientos y fangos en torno al plinto donde se han colocado estas figuras, pues el agua ni corre ni deseca bien; pero quizá era esa precisamente la idea de sus autores, que cuando participaron en el concurso de proyectos ya escogieron este lugar, aunque con otro tipo de propuesta titulada "Models of Watertreatment Installations", que era un modelo a escala de una depuradora de aguas.

Siguiendo por la margen derecha del Ebro hay atractivas zonas de juegos infantiles y kiosko-bares con terracitas, pero no llegó a realizarse la instalación artística Atum de Monique Bastians, uno de los proyectos seleccionados en el concurso de Expoagua que estaba previsto instalar más adelante, en el Parque de San Pablo. El proyecto de esta escultora belga afincada en España evocaba miles de gotas de rocío, un tema muy a propósito para las inmediaciones de la Biblioteca y Centro de Documentación del Agua y del Medioambiente, que se encuentra en el nº 18 del Paseo Echegaray y Caballero. En el cruce de esta calle con la Avenida César Augusto encontraremos los restos monumentalizados de las Murallas Romanas, la fuente donde está instalada la escultura de Augusto regalada a la ciudad por Mussolini -que previamente ha pasado por otras varias ubicaciones-, y la Alegoría de la Puerta de la Paz, cuádruple arquería postmoderna realizada con hormigón, ladrillo y alabastro en honor de las cuatro culturas históricas y de los tres nombres de la ciudad, que están grabados en cada uno de los cuatro pórticos: Salduba, Cesaraugusta, Saraqusta y Zaragoza.

También merece la pena detenerse para admirar el elegante Puente de Santiago, proyectado en 1956 por el ingeniero TomásMur Vilaseca a instancias del Ministerio de Obras Públicas y del Ayuntamiento de Zaragoza, e inaugurado en 1967, tal y como reza la inscripción colocada al pie de los mástiles para banderas, detrás del cual pueden verse muy bien el Club Deportivo Helios y la explanada de la Chimenea, otro interesante elemento monumentalizado de arquitectura industrial. Sólo si hay suerte veremos en el Ebro algún piragüista del Club Deportivo Helios, pero cruzando a la orilla izquierda encontramos al menos un Velero y piragua de bronce en la medianera de la avenida de los Pirineos, que es un monumento del escultor zaragozano Carlos Ochoa. Antes quedaba muy aislado y pasaba desapercibido; ahora es un poco más conocido, porque aparcan a su lado los autobuses de turistas, pues ya no les dejan estacionar en la orilla derecha del Ebro junto al Pilar. Además, desde 2008 tiene en su vecindario una obra del famoso artista valenciano Miquel Navarro, que fue invitado fuera de concurso por Expoagua a realizar un proyecto escultórico monumental: tiene otros muchos en innumerables ciudades españolas y hasta del extranjero, pero aquí no propuso una de sus típicas torres, sino que su Válvula con alberca consta de un elemento vertical de hierro del que mana agua y otro, el pilón, que se extiende en horizontal.