Directorio de redes municipales
Las Fiestas
Las Fiestas del Pilar eran, como lo son hoy, el gran acontecimiento del año en Zaragoza. Pero no el único: el carnaval, el Cinco de Marzo, la Semana Santa u otras celebraciones tan curiosas como la Fiesta del Árbol jalonaban los meses de los zaragozanos y zaragozanas.
Teatro
Había mucha costumbre de ir al teatro lo que obligaba a que la oferta fuera abundante. Predominaba el gusto por la comedia y el género chico que el público podía elegir entre la programación de los diferentes teatros: Principal, Variedades, Parisina y Circo.
Música
Zaragoza era una sociedad con inquietudes musicales. La afición por la música clásica hizo que existieran instituciones como el Orfeón Zaragozano o la Sociedad Filarmónica de Zaragoza, dedicada a la organización y programación de conciertos y actividades musicales. Estaba también la Escuela Municipal de Música donde se impartían enseñanzas aunque sin carácter oficial.
Cine
El cine era la nueva alternativa de entretenimiento. Inicialmente se exhibía en salones e incluso en teatros pero la gran aceptación que tuvo hizo que Zaragoza contara con varias salas de cine ya en 1923 como el cine Doré o el cine Delicias.
Cafés y Cabarets
Los cafés y cabarets eran espacios de sociabilidad y recreo. La mayoría se ubicaban tomando como eje el paseo de la Independencia y en ellos se programaban diariamente conciertos. Algunos se atrevieron a recibir nuevos ritmos como el jazz. Ambos Mundos, Gambrinus, Moderno, Levante o Café de Europa son solo algunos ejemplos.
Hemeroteca
El 14 de noviembre de 1923 el concejal J. Baraza proponía la creación de una hemeroteca municipal que recogiera “la colección de periódicos de gran valor para la historia contemporánea de la ciudad” y que se instalase junto con la biblioteca en la casa consistorial. Proponía asimismo que se nombrase a Don Alberto Casañal oficial del Archivo y Biblioteca.
Fútbol
El fútbol tenía cada vez más clubes y afición. Poco antes de iniciar la segunda temporada oficial, el 7 de octubre de 1923 se inauguraba el Estadio de Torrero con un partido entre el Iberia y el Osasuna. También ese año se constituyó la Federación Aragonesa de Atletismo con el fin de organizar pruebas y campeonatos regionales.